jueves, 15 de abril de 2010

Tarea

En la mayoría de los países en vías de desarrollo, el factor demográfico, al quedar enmarcado dentro del contexto general de desarrollo de la sociedad, presenta características de complejidad que son comunes a sus problemas políticos, económicos y sociales. El proceso de renovación de la especie humana se ha visto afectado por un conjunto de fuerzas que resultan de la acción de factores económicos, sociales, culturales, sicológicos y de otra índole. Entre estos factores se encuentran las costumbres, las tradiciones, las creencias religiosas, pero también, la forma de adaptación de la sociedad a los cambios en los recursos económicos y a los cambios en los sistemas de valores sociales y personales. Todos ellos, en su conjunto, han modificado directa o indirectamente los niveles y el comportamiento de las variables demográficas: natalidad, mortalidad y migración. El fenómeno de la revolución demográfica, cuyas características se encuentran en algunos de los elementos que parcialmente pueden dar origen al problema de la población, es generado cuando los factores socioeconómicos actúan diferencialmente sobre las variables -natalidad, mortalidad y migración-, que explican el crecimiento natural y social de la población, como consecuencia de su efecto combinado. Población- alimentación. en los países en donde madres e hijos son mejor atendidos y en donde el promedio de vida es más elevado, ocurren la mitad de los nacimientos que tienen lugar en aquellos donde hay pocas probabilidades de sobrevivir. Esto quiere decir que nos enfrentamos a la aparente paradoja de que la disminución de la mortalidad, a través de una mejor alimentación, reduce el índice de aumento demográfico en vez de elevarlo. Tal afirmación, resultado del estudio citado, no logra, sin embargo, aclarar el porqué de esta situación. Para las masas marginadas de la mayoría de los países del Tercer Mundo, el procrear no es un lujo, es parte básica del instinto humano por conservar la vida propia. En una familia dada, el tener más hijos significa la posibilidad de tener mayor número de brazos para trabajar. Población-desarrollo Aunque la prioridad de la agricultura en los esfuerzos de los países subdesarrollados por rebasar esta etapa fomenta una estructura social que tradicionalmente produce los más elevados índices de natalidad, es el camino más rápido para lograr un crecimiento económico. Ahora bien, en el caso específico de Formosa, que dirigió sus esfuerzos hacia una agricultura vigorosa, se dio la situación de que al modificarse las condiciones de vida del individuo del sector agrícola, como consecuencia del crecimiento económico, también se cambió la mentalidad del mismo, llevándolo a percatarse de que el menor número de hijos redunda en su propio interés económico. Población- educación. A mayor educación, mayores son las posibilidades de un país de acelerar su crecimiento económico y, como consecuencia, sus habitantes más pronto reconocerán que su propio nivel de vida está determinado, en parte, por el número de hijos que tengan. SITUACION DEMOGRAFICA MEXICANA Como en todos los países en vías de desarrollo, la mortalidad en el nuestro ha disminuido, pero las tasas de natalidad se han mantenido constantes. Por ello la tasa de crecimiento de la población es sumamente elevada. En México, en 1970, la tasa de crecimiento anual fue del 3.48 por ciento, una de las más altas del mundo. Esta tasa desmesurada, se nos dice, provoca fatales consecuencias. La presión demográfica, además de exigir un incremento de los satisfactores de subsistencia -alimentos, vivienda, vestido, etc.-, reclama un incremento geométrico de toda la infraestructura de comunicaciones, transportes, instalaciones urbanísticas, etc. Inclusive, aseguran los expertos, el crecimiento demográfico incontrolado está produciendo una extraordinaria presión política y social. persisten grandes disparidades socioeconómicas y culturales entre diversos sectores de la población. La constante migración de las zonas rurales a las urbanas, refleja insatisfacción de los habitantes rurales con sus localidades de origen y responde, principalmente, a la falta de oportunidades de empleo y servicios educativos. Natalidad y mortalidad Los efectos combinados de la natalidad, mortalidad y la migración traen como consecuencia: la existencia de un nivel dado de crecimiento de la población, los atributos de la población joven y los grados de potencial de crecimiento. De las variables que intervienen en los procesos vitales, es la mortalidad la que ha registrado cambios importantes. Los factores principales que explican el descenso de la misma son: a) Factores tecnológicos exógenos al desarrollo socioeconómico del país. b) Factores socioeconómicos internos. c) Factores demográficos. La mortalidad general del país ha descendido de un promedio de 23.2 defunciones por cada mil habitantes en 1940 a 9.7 en 1970. Es importante señalar que el descenso de la mortalidad se ha traducido en un aumento considerable de la esperanza de vida del mexicano al nacimiento, ya que en 1940 era de 41.5 años y en 1970 se elevó a 62.1 años. Asimismo, la mortalidad infantil descendió de 124.6 defunciones de menores de un año por mil nacidos vivos en 1940, a 67.4 en 1970. El descenso rápido de la mortalidad ha traído como consecuencia: a) aumentar la tasa de crecimiento de la población, y b) contribuir al rejuvenecimiento de la población. Cada vez es más alta la proporción de la población, menor de quince años. La otra variable asociada a la revolución demográfica es la natalidad. Por la diversidad de factores concurrentes. Los altos niveles de natalidad en México estén determinados en gran medida por las estructuras sociales y sicológicas existentes. La estructura social, al igual que la demográfica, es de tipo piramidal, en la que predominan los segmentos tradicionalistas y cuyos patrones de formación familiar difieren del sector modernista que numéricamente es inferior al primero.